Callander
Haremos nuestra primera parada en este encantador pueblo en el corazón del Parque Nacional de los Trossach, en la región de Stirlingshire.
Para muchos, Callander es hoy en día (como antaño lo fue Crieff) la puerta de entrada a las tierras altas de Escocia.
Tendremos tiempo para pasear por su plaza y por su impresionante calle principal congelada en el tiempo.
Kilmahog
Las famosas vacas peludas se encuentran a lo largo de toda nuestra ruta, de igual modo que se encuentran en toda la geografía escocesa.

A veces es muy sencillo verlas durante el viaje, aunque hacemos esta parada para tenerlas tan cerca que incluso podremos tocarlas.
Lago Lubnaig
Es el primer lago que nos encontramos en el recorrido y para muchos habitantes locales un lugar habitual para pasar en familia los domingos.

En días tranquilos, el lago Lubnaig refleja en sus aguas, como si fuese un espejo perfecto, el bosque de coníferas que copa las montañas que lo rodean.
Lago Tulla
Casi llegando a la agreste región de Rannoch Moor dominada por la turba, pararemos a admirar una vista única que resume lo que esta zona remota de Escocia representa: valles, lagos, bosques y el característico cielo escocés, todo en un único golpe de vista.
Glencoe
Haremos parada en el famoso valle en el que sucedió uno de los episodios más tristes de la historia de Gran Bretaña: la masacre de Glencoe.

Conoce con nosotros su historia y déjate llevar admirando sus sobrecogedores paisajes a una época lejana donde los clanes dominaban estos territorios salvajes.
Lugares como las Three sisters, el lago Achtriochtan en Ballachulish o el mismísimo pueblo de Glencoe harán nuestras delicias antes de cruzar Fort William y proseguir nuestro viaje al Lago Ness.
Lago Ness en Fort Augustus
Llegaremos por fin al legendario lago objeto de una de las leyendas más famosas del mundo: la del famoso monstruo que habita sus aguas desde tiempos inmemoriales.
Visitaremos el lago desde su parte sur en la pequeña villa de Fort Augustus donde también tendremos tiempo de almorzar y pasear cerca del Canal de Caledonia.
Inaugurado en 1822, este canal artificial era una vía de suministros fundamental para los habitantes de estas aldeas.

Este pueblo de las highlands cobra vida en los meses de verano y duplica su población y su oferta gastronómica.
Más allá del famoso “haggis”, podremos degustar desde un tradicional fish and chips hasta otros guisos más característicos de las tierras altas como el “highland stew”.
Pitlochry
Antes de regresar a Edimburgo pondremos rumbo a la región de Perthshire para llegar hasta el pueblecito de Pitlochry.
Conocido por ser una zona de paso de la reina Victoria en sus viajes estivales al palacio de Balmoral, Pitlochry se caracteriza por seguir conservando la esencia de la época victoriana en las fachadas de sus casas.